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El sistema de refrigeración del automóvil

Por History Channel Latinoamérica el 16 de Noviembre de 2017 a las 11:59 HS
El sistema de refrigeración del automóvil-0

@QUAKERSTATEMEXICO te acompaña a leer la siguiente nota:

Desde los modelos más recientes, hasta los más clásicos, todos los automóviles disponen de un sistema de refrigeración que, por un lado, logra disipar el exceso de calor en el motor y, por el otro, mantiene la temperatura ideal para que los lubricantes funcionen en óptimas condiciones. Básicamente, los automóviles funcionan con dos tipos de sistema de refrigeración:

Sistema de refrigeración por aire

Se trata de un sistema muy utilizado en motores de motocicleta, aunque también en muchos automóviles e incluso camiones. Al disponer de un radiador de aceite, que también es enfriado con aire, se logra un óptimo balance de temperatura, lo que redunda en un consumo eficiente.

En este tipo de sistemas, es fundamental el funcionamiento de un buen ventilador, dado que estos motores necesitan 4 mil veces más aire, que el volumen de agua necesario para refrigerar un motor de similares características con un sistema líquido.

Cuando la temperatura ambiente es fría, al momento poner en marcha el motor, el sistema de refrigeración por aire dispone de un termostato que bloquea el flujo de aire fresco, hasta tanto el propulsor alcance una temperatura óptima para el funcionamiento.

Sistema de refrigeración por líquido

Aunque generalmente se emplea agua con algún aditivo refrigerante, este tipo de sistema puede emplear cualquier tipo de líquido y es utilizado en la gran mayoría de los motores modernos. También conocido como Termo-Sifón, este método incluye una bomba en el sistema, que permite bombear agua para enfriar el motor. De hecho, la bomba de agua es el corazón del sistema, haciendo circular el agua a través de todo el circuito.

El radiador es una pieza vital del sistema, generalmente situado en la parte frontal del automóvil, de modo tal que el aire que recibe desde el exterior pueda enfriar el agua y el líquido refrigerante que circula por su interior, al mismo tiempo que disipa el calor.

Todo el sistema repara en un elemento de vital importancia: el termostato, que regula el funcionamiento de la refrigeración en función de la temperatura que mide. Es la pieza que cierra o abre el paso de agua del bloque motor al radiador, según sea necesario.

Cuando el automóvil circula a bajas velocidades, el flujo de aire externo no es suficiente y entonces entra en juego el ventilador, que inyecta aire hacia el radiador. Está directamente asociado con el termostato para que, en caso de temperatura excesiva, se encienda.